Sunday, November 20, 2005
never again
Cuesta olvidarse.
A veces demasiado, o al menos más de lo que uno quisiera.
Cuando lo que más importa es qué tan bien estamos, y hacemos comparaciones odiosas con nuestras amistades, toma fuerza esa imagen patética que se suele tener de uno mismo, lleno de errores, incapaz de reconocerlos a tiempo para que no vuelvan a acusar su existencia la próxima vez que toque actuar.
Reconozco que me paraliza fallar, o que las cosas no resulten como quiero, pero no soy capaz de evitarlo, ni tampoco de poner remedio a ello.
Siempre es lo mismo, y el resultado: soledad, rabia y preocupación por las cosas y personas a las cuales no me es posible dejar...
aunque quiera.
shame on me.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment